Creyendo tener el plan perfecto para un crimen que resolverá sus problemas, Hazel y un grupo de delincuentes deciden secuestrar a la hija de un millonario con las intenciones de pedir un cuantioso rescate. Al parecer la operación es exitosa cuando los criminales logran llevarse a la chica, pero notan que ella no parece estar en sus cincos sentidos, y que tal vez todo fue demasiado fácil…
Teniendo la presión del tiempo encima, Hazel y sus cómplices tratan de intimidar a Katherine, la victima, para crear un video pidiendo el dinero, pero la chica no solo parece no tenerles miedo, sino que hasta les advierte que al secuestrarla han cometido un error fatal. Al principio los maleantes piensan que esto es un bluff, pero cuando ven que nadie en la casa de la chica responde sus llamadas para pedir el rescate, empiezan a sospechar que las cosas no están del todo bien, y después de investigar de nuevo el hogar de la chica, les queda claro que ellos son ahora las victimas de algo mucho mas malvado que ellos.